El alquiler de una vivienda es una transacción común, pero no por ello exenta de posibles complicaciones. Tanto inquilinos como propietarios deben conocer sus derechos y obligaciones para evitar malentendidos y asegurar una convivencia pacífica y un acuerdo beneficioso para ambas partes.
En EDM Legal sabemos de la importancia de un contrato de arrendamiento claro y justo, y por eso hemos preparado esta breve guía para que navegues por las aguas del alquiler sin llevarte desagradables sorpresas. ¡Sigue leyendo y toma nota!
Para el inquilino: conoce tus derechos y responsabilidades
Antes de firmar un contrato de alquiler, es imprescindible que inspecciones a fondo la vivienda en cuestión. Documenta cualquier desperfecto existente con fotografías y comunícalo al propietario para que quede reflejado en el contrato o en un anexo. Lee detenidamente cada cláusula, asegurándote de entender los plazos, la renta, la forma de pago, la fianza y las condiciones de resolución.
Durante la vigencia del contrato, tienes derecho a disfrutar de un hogar habitable y a que el propietario realice las reparaciones necesarias para su conservación, excluyendo aquellas derivadas del uso normal. A cambio, tu principal obligación es el pago puntual de la renta y el cuidado diligente de la propiedad. Informa al propietario de cualquier avería o necesidad de reparación a la mayor brevedad.
Al finalizar el contrato, tienes derecho a la devolución de la fianza si devuelves el domicilio en las mismas condiciones en las que se te entregó.
Para el propietario: claves para un arrendamiento exitoso
La elección de un inquilino solvente es fundamental. Por ello has de llevar a cabo una investigación previa, solicitando referencias y comprobando su capacidad de pago.
Así mismo, un contrato de arrendamiento bien redactado es tu mejor aliado. Incluye todos los detalles relevantes: identificación de las partes, descripción de la casa, duración del contrato, renta, forma y lugar de pago, importe de la fianza, cláusulas sobre reparaciones y conservación, y las condiciones para la resolución del mismo.
Es tu responsabilidad mantener el domicilio en condiciones de habitabilidad y realizar las reparaciones necesarias que no sean imputables al inquilino por el uso ordinario. Comunícate de forma clara y respetuosa con tu inquilino y responde a sus solicitudes de manera diligente.
Al finalizar el contrato, inspecciona la vivienda para verificar su estado. Si existen daños más allá del desgaste normal, puedes retener la parte correspondiente de la fianza, justificándolo debidamente.
La importancia del asesoramiento legal
Tanto si eres inquilino como propietario, contar con el asesoramiento de abogados como los que formamos EDM Legal siempre es buena idea. Desde nuestros despachos en Vigo, A Coruña y Madrid te ayudaremos a redactar o revisar contratos, mediar en conflictos, y defender tus derechos en caso de controversia.
No esperes a que surjan los problemas; contáctanos y asegura un alquiler sin sorpresas. Estamos a tu disposición para ofrecerte la tranquilidad que necesitas.